El Espíritu de Aries
Es el primer signo del zodiaco. Es de fuego, enérgico y emprendedor. Valiente y atrevido, su animal es el carnero y representa la cabeza. Es el líder del rebaño y se manifiesta con valor, agresividad y masculinidad. Le gusta que las cosas se hagan rápido y le encanta ser el primero. Es un líder nato y de espíritu joven.
En Aries inicia la primavera y está ligado a la infancia y la inmadurez. Tiene un espíritu pionero, un entusiasmo sin límites y un amor por la libertad, combinado con un desinterés por las consecuencias de sus acciones. Tal como la etapa de la vida que representa (la niñez), los arianos tienden a pensar en ellos mismos, y cuando quieren algo, lo quieren ya.
Lleno de coraje, es franco, abierto y directo. Es individualista y vive la vida como una aventura, siempre dispuesto a vivir la experiencia con valentía. Si se les ocurre alguna idea, actúan de inmediato, y si alguien los cuestiona, se indignan. No toleran la oposición y lucharán para defender su causa. No temen a las confrontaciones e incluso tienden a buscarlas. Los arianos están dispuestos a romper cualquier obstáculo que se interponga en su camino y odian las limitaciones de cualquier tipo. Podemos decir que son “rebeldes sin causa”.
Buscan vivir, viven en el presente y a cada instante necesitan hacer algo. Son ansiosos, impacientes, desesperados y guerreros. Poseen una extraordinaria energía física y es difícil seguirles el paso. Con frecuencia, las personas a su alrededor se contagian de su energía y entusiasmo o quedan exhaustas ante su inagotable vitalidad. Su individualismo los lleva a ser egoístas y a querer las cosas para sí mismos. Tienden a ir de cabeza con sus grandes cuernos. Se ponen malhumorados si las cosas no salen como desean.
El ariano es rápido para pensar, muy listo y perspicaz, pero no reflexivo. Son apasionados, sin tacto y con una gran energía sexual. Pueden enojarse rápidamente, pero no por mucho tiempo. Poseen un innato sentido de la justicia y su espíritu guerrero los llevará a luchar.